Artrosis de rodilla

La artrosis de rodilla: una enfermedad articular frecuente y discapacitante

 

La artrosis de rodilla es una enfermedad degenerativa crónica que afecta al cartílago articular y estructuras adyacentes de la articulación. Se caracteriza por el desgaste progresivo del cartílago, que con el tiempo puede provocar fricción entre los huesos, deformidad articular, y pérdida de funcionalidad. Es una de las principales causas de dolor e incapacidad física en personas adultas, afectando tanto la calidad de vida como la movilidad. Esta patología se clasifica como primaria, cuando no hay causa conocida, o secundaria, cuando está relacionada con factores predisponentes como traumatismos, malformaciones, infecciones o enfermedades inflamatorias.

QUÉ CAUSA ARTROSIS DE RODILLA

La artrosis de rodilla es más frecuente en personas mayores de 50 años, aunque puede aparecer antes en individuos con predisposición genética o antecedentes de lesiones articulares, como fracturas intraarticulares, lesiones meniscales o ligamentos cruzados.

Entre los principales factores de riesgo se encuentran la obesidad, el sobreuso articular (como en trabajos físicos intensos o deportes de impacto), el sexo femenino, y antecedentes familiares de artrosis.

La alineación inadecuada de la rodilla, el sedentarismo y enfermedades metabólicas como la diabetes también aumentan la probabilidad de desarrollar esta afección.

SÍNTOMAS

Los síntomas principales incluyen dolor en la rodilla que empeora con el movimiento o al cargar peso, rigidez matutina de corta duración, crujidos articulares (crepitación), y disminución del rango de movilidad. 

En fases más avanzadas puede haber inflamación, deformidad visible y cojera.

CÓMO SE DIAGNOSTICA LA ARTROSIS DE RODILLA

El diagnóstico se realiza con base en la historia clínica, el examen físico y estudios de imagen, siendo la radiografía simple en carga el método inicial más utilizado. Esta permite identificar la disminución del espacio articular, osteofitos y esclerosis subcondral. En casos determinados, se puede recurrir a resonancia magnética para evaluar las estructuras blandas de la rodilla (Ligamentos y meniscos)

TRATAMIENTO DE LA ARTROSIS DE RODILLA

El tratamiento se orienta inicialmente hacia medidas conservadoras como pérdida de peso, fisioterapia, uso de analgésicos, antiinflamatorios no esteroideos. Las inyecciones intraarticulares elogiadas son útiles, siempre individualizando cada caso. En casos de dolor muy agudo y difícil control, las inyecciones con glucocorticoides son efectivas a corto plazo. Cuando nos encontramos ante un caso con una artrosis leve-moderada, las infiltraciones con Ácido Hialurónico son efectivas, realizando una viscosuplementacion al liquido articular que reduce la fricción en el cartílago y amortigua los impactos. El efecto del Acido Hialuronico es mas duradero que el de los glucocorticoides, pudiendose combinar ambos obteniendo mejores resultados. Otra opción es el tratamiento con Plasma Rico en Plaquetas (PRP), mostrando beneficios en la mejora del dolor y la inflamación en artrosis leve-moderada.

Cuando el manejo no quirúrgico no ofrece resultados, se considera la cirugía. La artroplastia total o prótesis de rodilla consiste en reemplazar toda la articulación por una prótesis, y está indicada en casos avanzados con daño severo de la articulación. La artroplastia unicompartimental, por otro lado, reemplaza solo una parte de la rodilla (generalmente el compartimento medial) y es una opción menos invasiva, ideal para pacientes jóvenes o con artrosis localizada. Ambas técnicas buscan aliviar el dolor, restaurar la función y mejorar la calidad de vida del paciente.